Aldo Oliva – O Elevador de Hera

Dizem os insetos sensatos e sensíveis
que as paredes e os grandes
muros são apenas um hausto veemente
conjurando o nada, o infinito.
Por estes ladrilhos de não-ser
ascendem, como habitáculos
de fúria, os corpos corrompidos
das palavras. Quem me impôs,
rasgando minha inocência animal
na base da minha profundidade biológica,
esta ascensão conjetural?
Só o vazio que vem
do alto, que vem e obstina
(furacão espiralado)
a massa dos bem criados,
a queda na plenitude
da escuridão, chamada,
às vezes, vida.

Trad.: Nelson Santander

Aldo Oliva – El Ascensor de Hiedra

Dicen los insectos sensatos y sensibles
que las paredes y los grandes
muros son apenas un hálito vehemente
conjurando la nada, el infinito.
Por esos ladrillos del no ser
ascienden, como habitáculos
de furia, los cuerpos corrompidos
de las palabras. ¿Quién me impuso,
rasgando mi inocencia animal
en el sillar de mi hondura biológica,
esta ascensión conjetural?
Sólo lo vacuo que adviene
de lo alto, que adviene y obstina
(huracán espiralante)
la masa de los bienes creados,
la caída en la plenitud
de lo oscuro, llamada,
a veces, vida.