Luis Alberto de Cuenca – Abre todas as Portas

Abre todas as portas, a que conduz ao ouro,
a que leva ao poder, a que esconde o mistério
do amor; a que oculta o segredo insondável
da felicidade, a que a vida te oferta
para sempre no gozo de uma visão sublime.
Abre todas as portas, sem te mostrares curioso,
nem dar importância às manchas de sangue
que salpicam as paredes das salas
proibidas, nem às jóias que revestem os tetos,
nem aos lábios que na sombra buscam os teus,
nem à palavra sagrada que intimida dos umbrais.
Desesperadamente, civilizadamente,
contendo o riso, secando as lágrimas,
nas bordas do mundo, no final da jornada,
não hesites, meu irmão: abre todas as portas.
Embora nada haja dentro.

Trad.: Nelson Santander

REPUBLICAÇÃO: poema publicado no blog originalmente em 21/02/2018

Luis Alberto de Cuenca – Abre todas las puertas

Abre todas las puertas: la que conduce al oro,
la que lleva al poder, la que esconde el misterio
del amor; la que oculta el secreto insondable
de la felicidad, la que te da la vida
para siempre en el gozo de una visión sublime.
Abre todas las puertas sin mostrarte curioso
ni prestar importancia a las manchas de sangre
que salpican los muros de las habitaciones
prohibidas, ni a las joyas que revisten los techos,
ni a los labios que buscan los tuyos en la sombra,
ni a la palabra santa que acecha en los umbrales.
Desesperadamente, civilizadamente,
conteniendo la risa, secándote las lágrimas,
en el borde del mundo, al final del camino,
oyendo cómo cantan los ruiseñores,
no lo dudes, hermano: abre todas las puertas.
Aunque nada haya dentro.

Luis Alberto de Cuenca – Só o silêncio salva

Só o silêncio salva, companheiro.
Só o silêncio salva. Se tiveste
uma noite gloriosa em que Afrodite
sorriu para ti e Baco encheu-te
a taça sem cessar, pensa que em breve,
quando e noite se for,
teus amigos voltarem para casa
e começar a amanhecer, só o silêncio
te salvará, rapaz. Tem isso em conta.

Trad.: Nelson Santander

Sólo el silencio salva

Sólo el silencio salva, compañero.
Sólo el silencia salva. Si has tenido
una noche gloriosa en que Afrodita
te ha sonreído y Baco te ha llenado
la copa sin cesar, piensa que luego,
cuando la oscuridad se desvanezca,
tus amigos se marchen a sus casas
y empiece a amanecer, sólo el silencio
va a salvarte, muchacho. Tenlo en cuenta.

Luis Alberto de Cuenca – Nos veremos novamente

Nos veremos novamente onde sempre é de dia
e os feios são bonitos e eternamente jovens,
onde os poderosos não abusam dos mais fracos
e, das árvores, pendem brinquedos e gibis.

Nesta morada de luz que não fere os olhos
Voltaremos, tu e eu, a dizer-nos bobagens
de mãos dadas, contemplando as ondas a morrer
sem estresse nem pressa, onde o sol não se põe.

E vivenciarei em teus lábios o amor que a Terra
sentiu pelo Céu quando o mundo era uma criança,
e o tempo deixará de solfejar sua lúgubre
canção de despedida enquanto nos abraçamos.

Volveremos a vernos

Volveremos a vernos donde siempre es de día
y los feos son guapos y eternamente jóvenes,
donde los poderosos no abusan de los débiles
y cuelgan de los árboles juguetes y tebeos.

En ese hogar de luz que no hiere los ojos
volveremos tú y yo a decirnos bobadas
cogidos de la mano, viendo morir las olas
sin agobios ni prisas, donde el sol no se pone.

Y viviré en tus labios el amor que la Tierra
sintiera por el Cielo cuando el mundo era un niño,
y el tiempo dejará de salmodiar su lúgubre
canción de despedida mientras nos abrazamos.

Luis Alberto de Cuenca – O Sagrado

A maquiagem é suspeita, sempre.
Tu, recém-saída da cama,
sem nada além de teu glorioso
corpo gasto pelas decepções
e pelos desenganos, mas ereto
como uma árvore ao vento da vida
que arrasta tudo pela frente:
essa é a minha religião, a única
visão do sagrado que conheço.

Trad.: Nelson Santander

Lo Sagrado

El maquillaje es sospechoso siempre.
Tú, recién levantada de la cama,
sin nada que no sea tu glorioso
cuerpo gastado por las decepciones
y por los desengaños, pero erguido
como un árbol al viento de la vida
que se lo lleva todo por delante:
esa es mi religión, esa es la única
visión de lo sagrado que conozco.

Luis Alberto de Cuenca – O desjejum

Gosto quando dizes disparates,
quando fazes asneiras, quando mentes,
quando vais às compras com tua mãe
e chego atrasado ao cinema por tua culpa.
Gosto mais quando é meu aniversário
e me cobres de beijos e bolos,
ou quando estás feliz e dá para notar,
ou quando és genial com uma frase
que resume tudo, ou quando ris
(teu riso é uma ducha no inferno),
ou quando me perdoas um esquecimento.
Mas eu ainda gosto mais, tanto que quase
não posso resistir ao tanto que te gosto,
quando, cheia de vida, despertas
e a primeira coisa que fazes é dizer-me:
“Estou morrendo de fome esta manhã.
Vou começar por ti o desjejum”

Trad.: Nelson Santander

 

El desayuno

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

Luis Alberto de Cuenca – O véu protetor

Amanheceu e nós estávamos dentro
da vil realidade, o que não pode
ser bom. Melhor seria que passassem
logo as horas inúteis em que o dia
proscreve a aventura com as normas
do tédio laboral, e que voltassem
a noite e as suas estrelas a envolver-nos
no seu véu fantástico e a dar-nos
a inútil sensação de estarmos vivos.

Trad.: Miguel Filipe Mochila

Luis Alberto de Cuenca – Mal de ausência

Desde que partiste, não sabes como devagar
passa o tempo em Madrid. Vi um filme
que terminou apenas há um século.
Não sabes que lento corre o mundo sem ti, noiva distante.

Os amigos pedem-me que volte a ser o mesmo
que o coração apodrece de tanta melancolia,
que a tua ausência não vale tanta ansiedade inútil,
que pareço um exemplo de subliteratura.

Levaste, porém, a minha paz na tua bolsa,
os fios do telefone, a rua em que vivo.
Mandaste a minha casa tropas ecologistas
saquear-me a alma contaminada e triste.

E, para cúmulo, continuo a sonhar com gigantes
e contigo, despida, beijando-lhes as mãos.
Com deuses a cavalo que destroem a Europa
e cativa te guardam até que eu esteja morto.

Trad.: Manuel Rodrígues

Mal de ausencia

Desde que tú te fuiste, no sabes qué despacio
pasa el tiempo en Madrid. He visto una película
que ha terminado apenas hace un siglo. No sabes
qué lento corre el mundo sin ti, novia lejana.

Mis amigos me dicen que vuelva a ser el mismo,
que pudre el corazón tanta melancolía,
que tu ausencia no vale tanta ansiedad inútil,
que parezco un ejemplo de subliteratura.

Pero tú te has llevado mi paz en tu maleta,
los hilos del teléfono, la calle en la que vivo.
Tú has mandado a mi casa tropas ecologistas
a saquear mi alma contaminada y triste.

Y, para colmo, sigo soñando con gigantes
y contigo, desnuda, besándoles las manos.
Con dioses a caballo que destruyen Europa
y cautiva te guardan hasta que yo esté muerto.

Luis Alberto de Cuenca – A casa da minha infância

Fui feliz naquela casa repleta de flores
e de livros proibidos. A casa em que tu eras
Ginevra nos nossos jogos, e eu era o rei Artur
(não havia Lancelote para arruinar tudo).
A casa onde foste donzela das minhas ânsias,
senhora dos meus suspiros, muralha em meu peito,
cofre do meu tesouro, brinde dos meus soldados.
A casa que tinha uma arca misteriosa
que guardava o segredo da sabedoria
e do amor eterno, e a droga da fé,
a taça do esquecimento, o cálice da coragem.
A casa onde, à tarde, com sonhos partilhados,
enquanto a roupa dourava ao sol lá na varanda,
te nomeei soberana de um reino em que a noite
não existia e a morte não ditava as leis.

Trad.: Miguel Filipe Mochila

La casa de mi infancia

Fui feliz en aquella casa llena de flores
y de libros prohibidos. La casa en que tú eras
Ginebra en nuestros juegos, y yo era el rey Arturo
(no había un Lanzarote que echara a perder todo).
La casa donde fuiste doncella de mis ansias,
dueña de mis suspiros, muralla de mi pecho,
cofre de mi tesoro, brindis de mis soldados.
La casa que tenía un arcón misterioso
que guardaba el secreto de la sabiduría
y del amor eterno, la droga de la fe,
la copa del olvido y el cáliz del coraje.
La casa en que una tarde de sueños compartidos,
mientras se soleaba la ropa en la terraza,
te nombré soberana de un reino en que la noche
no existía y la muerte no dictaba sus leyes.

Luis Alberto de Cuenca – Quando Penso nos Velhos Amigos

Quando penso nos velhos amigos que saíram
de minha vida, unindo-se a más mulheres
que alimentam seu medo e os enchem de filhos
para tê-los por perto, controlados e inermes.

Quando penso nos velhos amigos que se foram
para o país da morte, sem passagem de volta,
só porque procuraram o deleite nos corpos
e o olvido nas drogas que abrandam a tristeza.

Quando penso nos velhos amigos que, no fundo
das águas da memória, me ofertaram um dia
a estranha sensação de não me sentir só
e a cumplicidade de um sorriso sincero…

Trad.: Nelson Santander
 

Luis Alberto de Cuenca – Cuando pienso en los viejos amigos

Cuando pienso en los viejos amigos que se han ido
de mi vida, pactando con terribles mujeres
que alimentan su miedo y los cubren de hijos
para tenerlos cerca, controlados e inermes.

Cuando pienso en los viejos amigos que se fueron
al país de la muerte, sin billete de vuelta,
sólo porque buscaron el placer en los cuerpos
y el olvido en las drogas que alivian la tristeza.

Cuando pienso en los viejos amigos que, en el fondo
del mar de la memoria, me ofrecieron un día
la extraña sensación de no sentirme solo
y la complicidad de una franca sonrisa…

Luis Alberto de Cuenca – “Collige, virgo, rosas”

Moça, colhe as rosas, não esperes a manhã.
Corta-as velozmente, desaforadamente,
sem parar para pensar se elas são más ou boas.
Que não sobre nenhuma. Poliniza os rosais
que encontrares em teu caminho e deixa os espinhos
para tuas colegas do colégio. Desfruta
da luz e do ouro enquanto podes e consagra
tua beleza a esse deus gordo e melancólico
que anda pelos jardins instilando veneno.
Goza lábios e línguas, acaba-te com gosto
com quem saíres e não permitas que o outono
apanhe-te com a pele seca e sem um homem
(pelo menos) comendo-te a essência da alma.
E que a negra morte prive-te do que viveste.

Trad.: Nelson Santander

“Collige, virgo, rosas”

Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlete los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado.