É uma noite de julho
perfumada com gardênias.
Brilham a lua e as estrelas
sem revelar a essência da noite.
Ao longo do crepúsculo
— com suas gradações cada vez mais intensas de ônix,
e o resplendor dourado das estrelas e das sombras —
minha mãe arrumou a casa, o jardim, a cozinha.
Agora, enquanto ela dorme,
eu caminho em seu jardim,
imerso no vazio desta hora.
Os nomes de muitas
flores e árvores me escapam,
e antes havia mais pinheiros
onde agora florescem as laranjeiras.
Esta noite penso em todos os céus
que já observei e que uma vez amei.
Esta noite as sombras
ao redor da casa são benignas.
O céu é uma câmara escura
que projeta imagens desfocadas.
Na casa de minha mãe,
os brilhos das estrelas
me perfuram com nostalgia,
e cada fio da rede que circunda este universo
é uma ferida que não cicatriza.
Trad.: Nelson Santander
El cielo encima de la casa de mi madre
Es una noche de julio
perfumada de gardenias.
La luna y las estrellas brillan
sin revelar la esencia de la noche.
A través del anochecer
—con sus gradaciones cada vez más intensas de ónix,
y el resplandor dorado de los astros, de las sombras—
mi madre ha ido ordenando su casa, el jardín, la cocina.
Ahora, mientras ella duerme,
yo camino en su jardín,
inmerso en la soledad de esta hora.
Se me escapan los nombres
de muchos árboles y flores,
y había más pinos antes
donde los naranjos florecen ahora.
Esta noche pienso en todos los cielos
que he contemplado y que alguna vez amé.
Esta noche las sombras
alrededor de la casa son benignas.
El cielo es una cámara oscura
que proyecta imágenes borrosas.
En la casa de mi madre
los destellos de los astros
me perforan con nostalgia,
y cada hilo de la red que circunvala este universo
es una herida que no sana.