Vicente Gaos – Esquecei

Esquece, homem…

Esquece que és cinzas
e em cinzas te tornarás.

Esquece esta quarta-feira
e o in pulvis reverteris.

Pois embora sejas cinza e pó,
há vida, amor, beleza ao redor.

É verdade: beleza, amor, vida,
fugazes flores de um dia.

Mas flores, sim. Enquanto durar
a magia verdadeira de seu perfume,

esquece o pó e a morte.
É melhor não lembrar

do que, com ou sem memória,
baterá algum dia à tua porta.

Por ora, fecha-a. Abre a varanda,
que te penetre e embriague o sol.

Olha-o bem: fecha as pálpebras,
e que o sol te salve do caos.

No final, verás que tanto faz
viver e morrer, seja domingo

ou quarta-feira. Quando chegar
fria e borralheira a morte,

acolhe-a satisfeito, tranquilo,
com a certeza de haver vivido.

Com a lembrança de uma vida
que ignorou a profecia

funeral, que não se perdeu
em medo e dúvida de Deus.

Quando sentires o gosto amargo
da cinza na boca, sorve-o,

apura-o. Quando a morte chegar,
abre a porta e deita-te, dorme.

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Olvidaos

Olvida, hombre…

Olvida que eres ceniza
y has de convertirte en ceniza.

Olvídate de ese miércoles
y del in pulvis reverteris.

Pues aunque seas ceniza y polvo,
hay vida, amor, belleza en torno.

Es verdad: belleza, amor, vida,
fugitivas flores de un día.

Pero flores, sí. Mientras dure
la magia cierta de su perfume,

olvidate del polvo y la muerte.
Más vale que no recuerdes

lo que con memoria o sin ella
llamará algún día a tu puerta.

Ahora ciérrala. Abre el balcón
que te penetre y embriague el sol.

Míralo bien: cierra los párpados,
y que el sol te salve del caos.

Al final verás que es lo mismo
vivir y morir, el domingo

que el miércoles. Cuando llegue
cenicienta y fría la muerte,

acógela conforme, tranquilo,
seguro de haber vivido.

Con la memoria de una vida
que desoyó la profecía

funeral, que no se perdió
en el miedo y duda de Dios.

Cuando sientas el gusto amargo
de la ceniza en la boca, trágalo,

apúralo. Al llegar la muerte,
abre la puerta y tiéndete, duérmete.