Nunca se apagarão de tua memoria os olhos de tua mãe
perdidos na ausência do presente, buscando
com angústia no passado a menina que foi,
desamparada e órfã, aos cuidados de uma tia
desnaturada e cruel que jamais ocupou o lugar
da mãe morta na juventude por um tumor
inominável.
Mas os olhos de mamãe
não encontravam ninguém em sua busca incessante.
Algum nome perdido, o pânico refletido
da solidão nas pupilas cegas.
Foi o Alzheimer que te levou ao esquecimento
ou preferias anular uma vida tão dura
e generosa, sempre dedicada aos outros
sem nunca pensar na tua felicidade ou no teu descanso?
Mais de cinco anos já se passaram, mas teus olhos
vazios de expressão, viajando ao passado
que quiseste apagar, seguem diante
de mim, como uma imagem congelada, que nunca
chegará a tornar-se sépia.
O tempo não passa
por essa imagem aterradora e final, quando
o ar te abandonou definitivamente e o coração
cansado deixou de bater, depois de uma interminável
agonia, que nenhum de nós
conseguimos deter e que lembro
com espanto e, às vezes, como o temido
presságio de minha própria morte.
Tentarei,
como tu, me perder na desmemoria
que é o esquecimento desejado? Ou será essa forma
deliberada de estar ausente da vida
que virá logo habitar comigo?
Trad.: Nelson Santander
¿Olvido o desmemoria?
Nunca se borrarán de tu memoria los ojos de tu madre
perdidos en la ausencia del presente, buscando
con angustia en el pasado a la niña que fue,
desamparada y huérfana, a cargo de una tía
desnaturalizada y cruel que jamás ocupó el lugar
de la madre muerta en la juventud de un tumor
innombrable.
Pero los ojos de mamá
no encontraban a nadie en su incesante búsqueda.
Algún nombre perdido, el pánico reflejado
de la soledad en las pupilas ciegas.
¿Fue el Alzheimer lo que te llevó al olvido
o preferías anular una vida tan dura
y generosa, siempre entregada a los otros
sin pensar jamás en tu felicidad o en tu descanso?
Ha pasado ya más de un lustro, pero tus ojos
vacíos de expresión, viajando al pasado
que habías querido borrar; siguen delante
en mí, como una foto fija, que nunca
se llegará a poner sepia.
No pasa el tiempo
por esa imagen aterradora y final, cuando
el aire te faltó definitivamente y eI corazón
cansado dejó de latir, después de una agonía
interminable, que ninguno de nosotros
logramos detener y que recuerdo
con espanto y a veces como el temido
presagio de mi propia muerte.
¿Intentaré
perderme, igual que tu, en Ia desmemoria
que es el olvido deseado? ¿O será esa forma
deliberada de estar ausente de la vida
la que vendrá pronto a habitar conmigo?