Esta carta a escrevo para alguém
que está em um barco para o norte
de Tenerife, em cinquenta e sete.
Um rapaz que, da amurada,
mira o férreo poente sobre o mar
e estuda arquitetura em Barcelona,
para onde retorna agora. Aviso-te
com um sinal de alerta: a alegria
que sentes ao deixar teu pai para trás
exibe a solidão sob uma luz dourada.
Teu pai já te espera,
outra vez, no porto de chegada:
não te conhece e olha para lugar nenhum,
nada diz e tampouco te responde.
Lentamente, com as costas da mão
roças-lhe a face enquanto lhe falas
como se se tratasse de ti mesmo,
como se o amanhã fosse agora.
O ontem nos espera no amanhã,
vai sempre mais depressa que nós.
Trad.: Nelson Santander
Joan Margarit – Invierno del 95
Esta carta la escribo para alguien
que va en un barco por el norte
de Tenerife, en el cincuenta y siete.
Un muchacho que, desde la baranda,
mira el férreo poniente sobre el mar
y estudia arquitectura en Barcelona,
adonde vuelve ahora. Te aviso
con un gesto de alarma: la alegría
que sientes al dejar tu padre atrás
muestra la soledad bajo una luz dorada.
Tu padre ya te espera,
otra vez, en el puerto de llegada:
no te conoce y mira hacia ninguna parte,
nada dice y tampoco te contesta.
Despacio, con el dorso de la mano
le rozas la mejilla mientras le hablas
como si se tratase de ti mismo,
igual que si el mañana fuese ahora.
El ayer nos espera en el mañana,
va siempre más deprisa que nosotros.