Já não comia. Caíam meus cabelos.
Ficava o dia todo de olhos fechados.
Mas saí para a varanda de madrugada
e alguém da calçada, sob uma árvore,
falou-me com uma voz como a de minha mãe,
que dormia em sua cama ao lado da minha.
De repente, não estava mais cansada
e desci sem muletas até a rua.
Nunca fora capaz de andar assim.
Senti minha alegria voltando:
caiu a doença como uma pele
suada, deixada ali na rua.
Nunca havia me sentido tão leve.
Olhei para trás, para minha varanda,
o corrimão como uma partitura.
Disse adeus ao meu pai e à minha mãe.
A vida me escolheu para o seu amor.
E a morte também.
Trad.: Nelson Santander
ÚLTIMO PASEO
Ya no comía. Se me caía el cabello.
Estaba todo el día con los ojos cerrados.
Pero salí al balcón de madrugada
y alguien desde la acera, bajo un árbol,
me habló con una voz como la de mi madre,
que dormía en su cama junto a mí.
De repente no estaba ya cansada
y bajé sin muletas a la calle.
Nunca había podido andar así.
Sentí que me volvía la alegría:
cayó la enfermedad como una piel
sudorosa, dejada allí en la calle.
Nunca pude sentirme tan ligera.
Miré hacia atrás, a mi balcón,
la baranda como una partitura.
Dije adiós a mi padre y a mi madre.
La vida me eligió para su amor.
También la muerte.
[…] Última caminhada […]
CurtirCurtir